El Panel de Exalumnos al inicio del curso académico siempre es un momento para reconectar, pero el programa de este año fue aún más allá. Un grupo de exalumnos se reunió para un Panel de Innovadores, donde compartieron con los alumnos de 12.º y 13.º de Primaria cómo las lecciones que aprendieron en Aiglon siguen influyendo en sus vidas.
El evento se inauguró con una conferencia magistral de Muchai Njagwi (Alpina, 2001), actual director general del Equity Investment Bank en Kenia. Al recordar dos décadas después de su graduación, Njagwi habló sobre las decisiones que importan. "Sus carreras, sus universidades, sus trayectorias no se basan en el prestigio ni en la presión", dijo a los estudiantes. "Se basan en el propósito, en elegir los problemas que vale la pena resolver, en dedicarse al trabajo que les permite vivir una vida plena, no una vida segura". Sus palabras se basaron en su propia trayectoria. "Para mí, mi trabajo no se trata solo de finanzas, sino de alineación. Es donde convergen mi naturaleza, mi oficio y mi vocación", explicó.
Ese llamado marcó el tono inspirador para el panel que siguió.
Caminos diferentes, bases compartidas
Gabriela Caso de Los Cobos Tapia (Exeter, 2008) reflexionó sobre los cambios y reinicios que han marcado su carrera. Lo que aprendió en Aiglon, les contó a los estudiantes, fue a no temerle al cambio. "He trabajado en muchos lugares e industrias diferentes, y me he dado cuenta de que se puede empezar de cero", afirmó. "Hay momentos en los que crees que vas por un camino, y algo cambia; tienes que encontrar tu centro de nuevo".
El riesgo y la incertidumbre fueron temas abordados por Talal Attieh (Alpina, 2015), actual cofundador y socio general de una firma de capital de riesgo con sede en Nueva York que respalda startups tecnológicas. Admitió que prefiere ser "el más tonto de la sala", porque así "valoro al máximo aprender de quienes me rodean". Para Talal, crear empresas nunca se trata de certeza.
“No siempre se sabe el resultado cuando se intenta construir algo”, dijo, enfatizando que el riesgo es la esencia del emprendimiento. “Pero si crees en la idea y en el equipo, das el paso de todas formas”.
Las decisiones que importan
Para Eloy Gorroño-Piedra (Delaware, 2020), la conversación volvió a girar en torno a la toma de decisiones. Con el recuerdo de haber estado entre el público no hace mucho tiempo, Eloy instó a los estudiantes a reflexionar detenidamente sobre la toma de decisiones. "Al final, tienes que tomar tus propias decisiones", dijo, advirtiendo contra la trampa de buscar comparaciones. "Porque no estás en la misma situación que la persona sentada a tu lado". Sus palabras conectaron perfectamente con la idea principal de Njagwi: la claridad, no las apariencias, hace que un camino sea sostenible.
Gabriela Caso de Los Cobos Tapia (Exeter, 2008), quien ahora trabaja en consultoría de sostenibilidad e impacto, centró su atención en la responsabilidad. "Te das cuenta de que, hagas lo que hagas, debe tener un impacto en la vida de las personas", explicó a los estudiantes. "Uno de los grandes puntos de inflexión para mí fue darme cuenta de que el impacto importaba más que el título o la descripción del puesto". Esa expectativa de servicio, añadió Gabriela, era algo que Aiglon había incorporado a su vida diaria.
Una red que perdura
Valentina Andreeva (Clairmont, 2007), quien trabaja actualmente en el ámbito de la cadena de bloques y las criptomonedas en la Asociación Hashgraph, habló sobre los vínculos que perduran más allá de la escuela. "Vas donde vayas, descubres que hay alguien que sabe lo que significa ser aigloniano", dijo. "Las amistades que forjé aquí me han permitido recorrer diferentes países, universidades y trabajos".
Para Valentina, las lecciones de perspectiva y conexión que aprendió en la escuela siguen siendo fundamentales en su vida profesional. "En mi trabajo he visto lo importante que es comprender diferentes perspectivas, y eso fue algo que Aiglon nos enseñó a diario", dijo, destacando la fuerza de una red que se extiende a través de los continentes.
Desde una perspectiva más reciente, Arseni Loika (Delaware, 2018) describió lo que significa mantener la adaptabilidad después de graduarse. "Lo que aprendí aquí fue a seguir aprendiendo, desaprendiendo y reaprendiendo", explicó. Fue un recordatorio para los estudiantes más jóvenes de que su tiempo en Aiglon se trata menos de soluciones fijas y más de la capacidad de adaptarse a los cambios del mundo. "Eso es lo que ayuda cuando el mundo cambia tan rápido".
Cerrando el círculo
El panel terminó donde empezó, con Njagwi. Regresó a la imagen de sí mismo como un niño en la biblioteca de la escuela, absorto en un libro que se negaba a soltarlo. Ese momento, dijo, fue el comienzo de una línea que aún sigue hoy. «No elijan sueños prestados», les dijo a los estudiantes. «Elijan con claridad. Elijan con autodominio. Elijan con alineación. Elijan con la valentía de aprender a aprender, desaprender y reaprender».
Para los estudiantes de 12.º y 13.º de primaria, esto demostró que salir de Aiglon no significa hacerlo solos. Se van con las lecciones de su educación y el apoyo de una comunidad que continúa creciendo a su lado. Esa conexión para toda la vida es una de las mayores fortalezas de Aiglon.